domingo, 4 de marzo de 2012

Reconectando


Sé que llevo un tiempo sin actualizar, que mi compañera de juego me lleva la delantera (como siempre) pero no se me ha olvidado este pequeño hueco de mi vida que me ayuda a reencontrarme, a parar, pensar y poder recuperar la visión para saber por donde seguir.


Se me han pasado las fechas para hablar sobre inusual, viajar o autoexigencia. Tres palabras que dan mucho de si para hablar sobre ellas largo y tendido pero que por el afán de volver a recuperar el ritmo me apetece escribir sobre las tres a la vez.


Hace un tiempo leí que viajando se curaban todas las enfermedades de mentes cerradas, egocentrismos y poca visión. Razón no le falta a esa afirmación, por ello ahora que estamos inmersos en tiempos de cambio y replanteamiento es bueno mirar cómo lo hacen fuera para poder aplicarlo a nuestra propia casa. A veces tengo la sensación que creemos que hacemos todo mejor que los demás y que poco o nada podemos aprender de lo de fuera. En mi casa siempre me han enseñado un poco más de humildad para intentar aprender del que sabe. Nos queda mucho, muchísimo camino por andar para pretender ser un país desarrollado y dispuesto a competir en todos los sentidos en un mundo que avanza a pasos agigantados.


Aprender de los que saben supone darle una oportunidad a lo inusual. Olvidarnos un poco del “lo he hecho toda la vida así, y así voy a seguir” para intentar repensar lo que hacemos y mejorar. Lo inusual trae consigo una necesidad de abrir mentalidades y dejarnos de mirar “nuestra cara y nuestro culo” como dice mi madre.


La autoexigencia es la base de todo lo de anteriormente mencionado. Sin la autoexigencia no mejoramos y sin ella perdemos la visión de la humildad que nos recuerda que siempre es posible mejorar. La autoexigencia es la primera de todas, porque no resulta difícil exigir a los demás lo que queremos pero sí nos cuesta ponernos a nosotros mismos en el punto de mira y ser objetivos.


La vida está hecha para sacar el máximo partido de ella, y aunque cueste, diseñar la vida que queremos vivir.