viernes, 27 de mayo de 2011

Jugando con palabras: DEMOCRACIA




Hablar de democracia en los tiempos que corren está de moda. Dicen que el pueblo tiene la palabra, que el pueblo decide quien quiere que decida por él, que el pueblo es soberano y que la palabra del pueblo es irreversible. Hablan de pueblos, comunidades, colectivos, ciudadanía, votantes, mayorías y minorías. Pero hablan de ellos cuando les piden el voto, cuando les piden apoyo y dicen querer se representantes.

Mi madre siempre compara el llevar un país con el llevar una casa, en menor escala claro está. El saber que se necesita, saber cómo está cada miembro de la familia, si la nevera está vacía, si hay que hacer la matrícula para la escuela u organizar las vacaciones. El trabajo del día a día, el levantarte cada mañana para hacer girar la rueda y ser el engranaje. Mirar al vecino no friega los platos.

Ahora que estoy lejos de casa y puedo ver las cosas con un poco más de perspectiva pienso que no todo se hace en esas cuatro paredes y que quienes dicen que nos representan algo tienen que aprender de fuera. A veces pienso que se plantean el fin como llegar al poder, sin embargo, el fin está en tener un país competente a nivel mundial, con alto nivel educativo, bajo nivel de paro pero lo más importante con ciudadanos felices.

Democracia es servir al pueblo, con todo lo que eso conlleva.

Para la semana que viene: Pasos

miércoles, 18 de mayo de 2011

Jugando con palabras: BRUSELAS


Pedirme que hable de Bruselas es pedirme que hable de mucha gente. Los lugares los hacen las personas y los momentos que vives con ellas. Sin todos esos elementos los lugares no son más que sitios.

Bruselas es una inglesa que nunca ha estado en Londres. Una inglesa que me alegra cada mañana, que me saca una sonrisa cada vez que intenta decir mi nombre. Una inglesa que por muchos palos que le haya dado su corta vida sigue sonriendo y pensando que lo mejor está por venir.

Bruselas es una donostiarra. Una donostiarra que me dio la bienvenida y que sin ella todo esto hubiese sido diferente. Una donostiarra que ha sido mentora, guia y amiga. Una donostiarra con la que tengo un negocio pendiente.

Bruselas es un alemán que no parece alemán, otro alemán que es totalmente alemán, un danés muy alto enamorado de las vascas aunque nunca haya estado allí, un inglés que me enseña cada día ser más asertiva, un belga que me cuida como si fuese su hija...

Bruselas son momentos en las terrazas dejandote llevar por las conversaciones, Bruselas son barbacoas con vegetarianos en un jardín perfecto, Bruselas es rebuscar en las tiendas de segunda mano, Bruselas es ir a la Grand Place y sentanter en el suelo, Bruselas es una tienda que me tiene enamorada y que su dependienta me saluda por la calle, Bruselas son mercados los fines de semana, puestos vendiendo flores, cines con películas clásicas, Bruselas son mojitos y cervezas, Bruselas son patatas fritas, Bruselas son cupcakes y chocolate...

Bruselas es un pequeño baúl de anécdotas en el corazón.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Jugando con palabras: REENCUENTRO



Bruselas. Ha sido el escenario para un reencuentro esperado, planeado y poco sorprendente. Lo que a priori parecen adjetivos negativos no lo son, porque si fuesen los contrarios entonces si que llevarían malas connotaciones.

Ha venido a verme, no miento que me daba un poco de miedo verla. Pero todo se esfumó al verla bajar del autobús. Vernos las caras, abrazarnos, escuchar la voz de la otra y saber que todo sigue igual. Largas horas de conversación, paseos, sueños, nostalgias al mirar hacia atrás, miedos al mirar hacia adelante.

Estar con ella es hablar sin decir palabra y llega un momento en el que empiezan las confesiones, los « y si... » , los « puff... es un poco arriesgado »...entonces es cuando se nota el colchón debajo del precipicio y todo parece ser normal y las alas empiezan a volar tras ese pequeño empujón.

Llegarán mas reencuentros, cafés, cervezas, comidas... y sé que siempre seran esperados, planeados y poco sorprendentes. Porque si no los esperase es que no la echaría de menos, si no los planease no serían nuestros futuros imaginados y si fuesen muy sorprendentes es que las dos hemos cambiado demasiado.

No sé ni cómo ni cuando, pero sé que la volveré a ver. Hasta entonces nos queda este pequeño rincón, aunque sea sin café.

Ha sido un placer, como siempre... MERCI !