Amistad.
A veces pienso que la amistad se vive, no se habla. Hoy me ha tocado hablar sobre algo que vivo tan cerca y que tan poco se explicar.
La amistad como todo hay que quererla para tenerla. Es como esa pequeña flor que tienes que regar cada día, esa que necesita los rayos del sol para seguir creciendo, abono y cariño para que crezca fuerte en primavera. La amistad necesita de momentos, de complicidades y de confianza.
Hay amistades de años, esas que se forjan con el tiempo, que nos han visto crecer. Esas que se conocen todos nuestros pequeños secretos, nuestros miedos, nuestras ilusiones y heridas. Esas personas que son parte de los recuerdos de nuestra vida.
Otras se crean con las situaciones. Situaciones que unen, que crean ampollas pero también cariño. Personas que nunca te esperarías que formasen parte de tu vida, pero los acontecimientos las han dejado ahí, y te sientes agraciado por ello. No importa lo diferentes que sean las partes, eso se complementa, enriquece, ayuda… los diferentes sabores alegran cualquier plato.
source: cuerdadeatar
Complicidad ausente de palabras que no tiene más que alimentarse de unas miradas para saber lo que ocurre. Miradas que se descifran en un solo segundo por todas las que se han cruzado a lo largo de los momentos vividos. Momentos que se recuerdan con nostalgia entre risas y cervezas pero no con pena porque eres consciente de que más momentos vendrán para recordarlos mañana.
Momentos que te dan tranquilidad, paz y cercanía, quien lo haya vivido sabe de lo que hablo. Presencias que gritan en silencio “todo está bien, no te preocupes” y es cuando la vida empieza a fluir en un coctel de sentimientos con un chorrito de complicidades, rayando unos cuantas miradas, polvoreado por risas y adornado con mucha magia.
próxima palabra: EDUCACIÓN
"La amistad como todo hay que quererla para tenerla" cuanta razón. quien iba a decirnos en las épocas de más ampollas que cariño que esto terminaría así...
ResponderEliminarpor cierto, merci por la propaganda de flickr que me haces últimamente jajaja
Que buen análisis haces de la amistad, hay que quererla para tenerla, eso es con todo en la vida, las grandes cosas se hacen con cariño y sin tasas, con los años se ven las recompensas, aunque a veces en el camino creas que no merece la pena, siempre merece la pena pensando en lo reconfortado que sale uno mismo, segi con tu buen hacer
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